LA ADOLESCENCIA

Por: Psicóloga Lourdes Amezaga.

La llamada época “Tormentosa”, “época difícil”, “los raros”, “complicados”, etc.

¿Cómo le llamas tú? Lo cierto es que como papás, se nos ha olvidado lo que pasamos y lo que nos tocó vivir.

Ya no los entendemos, no sabemos escucharlos, no tenemos paciencia, ni tiempo para estar ahí para ellos; y a cambio ellos se sumergen en sus audífonos, la música, los amigos, el cuarto bajo llave, la cara larga, el enojo, el berrinche etc.

Este fin de semana estuve trabajando con adolescentes en un curso, y cada vez que lo hago, no dejo de asombrarme, cuanto dolor, tristeza y soledad acumulada tienen en su corazón.

Tantos secretos, por no tener la confianza con sus padres, pero ¿Quién genera esa confianza? ¿Por qué cambian radicalmente de la niñez a la adolescencia? Siempre dicen los papas: son los amigos, la escuela, etc.

La verdad es que nosotros como papás tenemos mucho trabajo: primero debemos resolver nuestros asuntos de nuestro pasado que no hemos sanado. 

Las historias se repiten, y como nos trataron, tratamos aunque digamos que no.

Ellos perciben perfectamente tu estado de ánimo, saben cómo en realidad estas, aunque ocultes, ellos lo saben, lo sienten.

Es tan importante separar que detrás de la “geta” de mulas, berrinches, enojo, apatía, desgano, etc., sepas que hay un ser que necesita mucho amor y atención.

Es cuando más te necesitan, que los apoyes en sus proyectos, que te intereses por sus gustos, que sepas que está pasando en su escuela, que conozcas a sus amigos.

Cuando ellos sienten confianza, se abren y dan lo mejor de sí.


Te invito a que más a menudo, les digas que los quieres, que son tu razón para salir todos los días a luchar, y palabras como “¡Bravo! Qué bien lo hiciste” “¡Me siento muy orgullosa de ti!” palabras positivas de aliento, de refuerzo, de reconocimiento.