¿QUÉ ME HA HECHO SER YO?

Por: Karina Flores


Parte I
Cuando yo nací no fue en una casa de padres ricos, cabe mencionar que fui la primera de mis tres hermanos de la familia que mis padres formaron, mi padre siempre muy trabajador hasta la fecha.

La parte esencial del empoderamiento que yo siento en la actualidad surge desde mi niñez. Siempre respeté lo que ellos me decían, trataba hasta lo que más podía por obtener lo que quisiera, desde el hecho de trabajar en la tiendita de mis padres para saliendo, ir a jugar maquinitas (me pagaban con un bonche de fichas, y sí, yo era una niña jugando Street fighter a todo lo que da).

En la familia siempre hubo negocios, pasamos de la tiendita a una farmacia, en la cual a mis 13-14 años, ya recetaba medicamentos para diferentes síntomas, recuerdo que las personas llegaban buscando a alguien mayor porque me veían muy chica, pero no sabían que había aprendido mucho de mi madre que en su juventud trabajó por años en farmacia.

Cabe destacar que no sólo me entusiasmaba el trabajo, sino también la escuela, las matemáticas eran mi fascinación, la ortografía mi deleite, hasta la fecha estoy obsesionada con ella, siempre quise ser la mejor en todo lo que pudiera, mis padres no me obligaban a obtener buenas calificaciones, pero sí quería un pantalón de tal marca que se usaba en eso tiempos, un diploma equivalía a tenerlo. El costo-beneficio que yo tenía en ese tiempo era mi motivante.

Todo esto lo platico con el afán de darnos cuenta mujeres, que si somos madres nuestros hijos pueden hacer cosas grandiosas si la motivación es adecuada, a veces una palabra afectuosa es maravillosa. Y si no son madres, sí tienen ese poder de emponderarse a ustedes mismas y las de su alrededor.

Hasta la fecha sigo en el camino hacia donde quiero llegar, pero no pienso detenerme, nada ha sido sencillo pero no diré “no puedo”, porque mientras crea en mí sé que podré.
Igual tú, cree en ti, que nada te detenga, siempre se dice que lo más difícil es agarrar viada.