Parir es vivir



Por: Brenda Rebeca
Crecemos pensando que parir es sinónimo de sufrimiento y vivimos esperando a que llegue ese día con emoción pero también con miedo, nos hicieron creer que es normal que nos induzcan el parto, que la cesárea es la mejor salida para “no batallar ”, que debemos elegir la epidural para que no nos duela, que mejor me “hicieron una cortadita” para que saliera más rápido, que el doctor me rompió la fuente, que somos estrechas, que somos pequeñas, que no tenemos espacio, que el bebé viene muy grande .

Debemos de confiar, porque somos mucho más que eso, nuestro cuerpo está hecho no solo para parir, estamos hechas para dar vida, somos capaces de llevar a un ser por 9 meses, de alimentarlo y mantenerlo a salvo, ¿Por qué, entonces entramos en pánico con solo pensar en nuestro parto?

Debemos empezar por conocer nuestro cuerpo y entender que lo que sucede dentro de nosotras durante el embarazo es perfecto, es un desarrollo natural, como lo es el alumbramiento; cuando los pulmones de nuestro bebé están preparados es muy probable que nos “toque a la puerta”, inicia el proceso, en el cual no debemos interferir con medios externos , dejemos que esas hormonas naturales sean responsables de que todo suceda, intenta evitar la inducción y espera a que tu bebé decida llegar, opta por tu propia oxitocina, la hormona del amor, esa que tu bebé también segrega para que todo sea más fácil para los dos ,no sólo para su llegada, también a la hora de ser amamantado, deja fluir tus endorfinas en vez de la epidural, éstas tienen una acción semejante a la morfina, como reacción a dolores muy intensos; estar en movimiento ayuda mucho, intenta que tu última opción sea una cesárea, ésta es un salvavidas cuando algo no avanza bien en el parto.

Es increíble lo que hace nuestro cuerpo en este proceso ¡Déjate llevar!, disfruta cada etapa de tu parto en compañía de quien solo tú desees.

Al final la decisión es nuestra, sea cual sea tu opción para dar a luz, con epidural o sin, con inducción o no, en casa o en hospital, o una cesárea programada, que sea de manera informada.

El miedo a veces no nos deja ver, pero ¡Créetela! Disfruta de esa capacidad que nos regaló Dios para traer vida a este mundo.

Si no lo intentamos, nunca sabremos de lo que realmente somos capaces

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